EL ADOLESCENTE, LA BUSQUEDA DE SI MISMO Y SU VOCACIÓN

La Adolescencia (14 a 25 aproximadamente pueden ser más, dependiendo cuánto se ha demorado la persona en encontrarse con sí mismo), periodo de cambios constantes en la definición física y psicológica de su cuerpo y su personalidad, tendencias a independizarse del grupo familiar, constantemente está buscando complementar su identidad con la de algún referente que le acomode y le guste y en esta conducta asume figuras inéditas (movimientos), vestuarios , vocabulario y mantiene esa búsqueda imitando o copiando personalidades o parte de ellas, periodo de vital importancia para ir asentando los pilares de su propia personalidad futura, es cuando va probando y tomando sus decisiones y que, paso a paso van definiendo su conducta para toda la vida. Las decisiones pueden ser en conciencia o en inconsciencia, dependiendo de su entorno social, sus necesidades, los medios y por sobre todo de la formación entregada en el grupo familiar en las etapas anteriores.
Esta Etapa de la vida está rodeada de inexperiencias, cosas nuevas, donde se experimenta lo desconocido y se quiere descubrirlo todo, ser autosuficiente, pero este estado también produce inseguridades y mientras permanece en esta búsqueda de sí mismo, encuentra formas de capturar la atención de los demás para así sentir que es parte importante dentro del grupo, muchos se asocian a otros adolescentes formando grupos con afinidades comunes definidas en la música, el vestuario, pelo largo o pelo rapado, lenguaje, ideales, etc.
Es en este periodo que la figura maternal y paternal es esencial , generalmente es el periodo de mayor crisis relacional, Los deseos de independencia , el sentir que se ha enamorado, el despertar sexual, encontrar su vocación y todas esas sensaciones nuevas, ponen al adolescente en un plano de inseguridades que en muchos casos lo conduce al temor y al ocultamiento de sus sentimientos ante los padres y los demás, produciéndose presiones psicológicas retenidas internamente (con mayor o menor fuerza, dependiendo del grado de afecto y comunicación que ha habido con sus padres ). Es la época de mayor vulnerabilidad de las personas, es el momento que puede transformarse en oscuridad absoluta de su vida, poniendo en peligro su existencia. Frecuentemente esta fragilidad no es apreciada por los adultos, y se juzgan las actitudes de rebeldía, actitud que no es más ni menos una forma de comunicar su soledad y fragilidad interna, tomando en cuenta que esta etapa es el periodo de vida de las grandes decisiones, es decir: qué tipo de persona será en el futuro, con quien se casará (o convivirá), “que profesión va a estudiar”, como enfrentará su autonomía en general, etc.

En la medida que descubre sus aptitudes y potencialidades físicas y mentales, sus afinidades y gustos, se va consolidando paulatinamente con su encuentro de sí mismo, con ilusiones y desilusiones.
Las experimentaciones de distintas vivencias, son parte de este desarrollo. La familia, las amistades, la música, su vestimenta, son parte fundamental en el accionar diario que apoyan su constante búsqueda de identidad e influyen en forma directa en la forma de comportarse frente a la vida. (Positivamente o negativamente)
En la medida que el adolescente identifica por si mismo sus errores, los corrige y va descubriendo fortalezas que lo liberan de su actitud negativa dándole fuerza, optimismo y ganas de hacerle frente a su futuro. Su conducta varía positivamente de un polo a otro.
Si este adolescente ha tenido en su vida carencias básicas (seguridad y afecto, en las etapas anteriores), es más difícil que identifique y corrija sus propios errores, su búsqueda de identidad se torna “cuesta arriba”, buscando ciegamente la forma de suplirlas, (drogas, alcohol, sexo, etc.) en muchos casos desafiantes y violentos (muchos cometen actos delictuales que lo juzgan y estigmatizan ante la sociedad).
Desarrollo del adolescente.
Para abordar este tema, he querido tomar la experiencia de vida como el mejor de los referentes, dado que existen diversos factores que deben ser permanentemente actualizados porque van evolucionando y variando de acuerdo a la época y que afectan directamente en las conductas y formación en general de los jóvenes.
El desarrollo del adolescente, es un desafío diario para los padres, es en esta época cuando existe esta nebulosa (enfermedad de la época que confunde los valores humanos), que envuelve y crea nuevas necesidades en el medio donde se desarrolla (tecnologías de la comunicación, consumismo, globalización y todo el entorno evolutivo actual) y que en muchos casos se transforman en una visión del hoy sin mayores proyecciones para el futuro.
Sufren las desilusiones y frustraciones al ver que sus hijos “No Hacen lo que ellos les han enseñado”. Todos los padres queremos tener los mejores hijos del mundo y para ello nos hacemos un modelo en la mente como: obediente, puntual, estudioso, respetuoso, honesto, con iniciativas, etc., valores que son esenciales en el desarrollo de la convivencia humana.
Cada familia es un mundo pequeño, sus costumbres, sus formas de enseñanzas, sus expectativas y visiones son parte del proceso de formación del adolescente, el ejemplo de vida más que los consejos y palabras son los que marcan el futuro, donde deberá encontrarse frente a la sociedad sintiéndose útil a ella.

"La Adolescencia es el eslabón visible que Dios puso a los humanos para perfilar el futuro y unir el cuerpo con el alma, los sentimientos con la naturaleza, lo pequeño y lo grande, lo oscuro y la luz, detiene el tiempo y el espacio, rompe barreras y es la cuna del amor ideal, es la inocente fragilidad humana que impulsa las fortalezas y debilidades ocultas, periodo de carencias y de poemas, lagrimas, sueños y fantasías. Periodo de fijación de los pilares y primavera humana que se hace visible en la adultez, en donde se solidifican los cimientos de la vida" misma.”



José Francisco Pavez González

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